viernes, 21 de marzo de 2014

Modulación (I)

    Modular es cambiar de tonalidad. Un recurso muy utilizado por los compositores clásicos. La modulación a la tonalidad de la dominante (V grado) es común en el periodo clásico. Asimismo, muchos standards de jazz contienen modulaciones. Y muchas canciones de rock. La modulación viene escrita en la partitura, o está prevista de algún modo, y la ejecutan todos los instrumentos a la vez. Es muy probable que hayas interpretado modulaciones sin ser consciente de que lo eran, aunque sí de su notorio efecto.

       Como bajistas de acompañamiento bastaría con efectuar los cambios pertinentes en notas o acordes para efectuar toda modulación que se presente sin mayor problema. En un solo, sin embargo, es otra de las estrategias que podemos incorporar a nuestro arsenal, siempre y cuando toquemos libres de acompañamiento armónico.

      Frasear explorando una misma escala, o tonalidad, durante mucho rato puede dejarnos sin ideas, y hacerse aburrido. Aquí es donde puede ser útil la modulación. Desde luego, corremos el mismo peligro en la nueva tonalidad. Pero, al  menos, el tránsito de una tonalidad a otra hará pestañear al oyente.

Modulación a la dominante (V) o a la subdominante (IV)

     Opción clásica. Fácil, ya que, entre la tonalidad de partida y la de llegada sólo hay una alteración de diferencia. Tomemos el ejemplo de la figura 1, donde modulamos desde C a G (V, dominante). Sólo hay un sostenido (#) de diferencia, lo que equivale a decir que sólo hay una nota distinta entre ambas tonalidades. En este caso, el F se transforma en F#. Nuestro trabajo consistirá en:

  • Afirmar la tonalidad de partida.
  • Introducir F# en nuestro fraseo, de forma sutil, sustituyendo a F.
  • El acorde Dm7 se transforma en D7. Reforzaremos su papel de dominante.
  • G7 se transforma en Gmaj7. Gravitaremos en torno a la nueva tónica para afirmarla.
Fig. 1

Modulación a la tonalidad relativa

       Más fácil aún, ya que no hay ninguna nota distinta entre ambas tonalidades. Para afirmar el carácter de la nueva dominante sí necesitaríamos modificar su tercera, de menor a mayor. En el ejemplo de la figura 2 vemos cómo modular de C a Am (relativo menor). La nueva dominante será E7, y para construir el acorde necesitamos alterar una nota de la escala, G, que se transforma en G# (fig. 2). Esto implica utilizar la escala menor armónica de A.


Fig. 2

      También podríamos utilizar la escala menor melódica de A, transformando G en G# y F en F#. Pero podemos modular sin necesidad de alterar ninguna nota (fig. 3).


Fig. 3




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